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Conoce a Pedro Rodrigues Filho, el verdadero Dexter Morgan que no dejó de matar

La historia de Pedro Rodrigues Filho, conocido como «Pedrinho Matador», es una de las más perturbadoras y fascinantes de la criminología contemporánea. Su vida ha sido objeto de análisis, morbo y, en cierta medida, admiración por su capacidad de sobrevivir en un entorno extremadamente violento. Pero, ¿quién es realmente este hombre que ha sido apodado el «Dexter brasileño»? A continuación, exploraremos su vida, sus crímenes y las implicaciones de su historia.

La vida temprana de Pedro Rodrigues

Pedro Rodrigues nació el 17 de junio de 1954 en una granja en Santa Rita do Sapucaí, Brasil. Desde sus primeros años, su vida estuvo marcada por la violencia. Nació con una lesión cerebral debido a los abusos que su madre sufrió durante el embarazo, lo cual probablemente contribuyó a su futura psicopatía. Además, la relación con su padre fue tumultuosa; Pedro fue víctima de abuso físico en su infancia, lo que forjó su carácter y sus inclinaciones violentas.

A la edad de 13 años, Pedro comenzó a experimentar sus primeros impulsos homicidas. Intentó asesinar a su primo empujándolo a una prensa de caña de azúcar, pero fracasó. Sin embargo, su primer asesinato llegó a los 14 años cuando disparó al vicealcalde de su ciudad, un acto que marcaría el inicio de una serie de crímenes que lo llevarían a ser conocido como un cazador de criminales.

El camino hacia el crimen

El contexto de sus primeros asesinatos es crucial para entender lo que llevó a Pedro a convertirse en un asesino en serie. Tras la pérdida de su padre, quien fue despedido de su trabajo por robo, Pedro tomó la justicia por su propia mano. Su primera víctima fue el vicealcalde de Alfenas, a quien disparó con una escopeta. Un mes después, mató a un guardia de la escuela, quien, según él, era el verdadero ladrón.

  • Primer asesinato a los 14 años: vicealcalde de Alfenas.
  • Justicia personal: sentimiento de venganza por el despido de su padre.
  • Escape hacia Mogi das Cruzes para continuar con sus crímenes.

En São Paulo, Pedro se enamoró de Maria Aparecida Olympia, pero su felicidad fue efímera; tras el asesinato de ella por parte de una pandilla, Pedro decidió vengarse. En un ataque a una boda del líder de la pandilla, él y sus cómplices mataron a siete personas e hirieron a dieciséis, todo antes de cumplir 18 años. Esta serie de eventos lo llevó a un ciclo de violencia que parecía no tener fin.

Los crímenes dentro de la prisión

Pedro fue arrestado el 24 de mayo de 1973, pero su historia de asesinato no terminó ahí. En una sorprendente demostración de su naturaleza violenta, mató a un compañero de celda en el camino a la estación de policía. Una vez en prisión, continuó su racha homicida, afirmando haber asesinado a 47 internos. La violencia en prisión es un tema recurrente y Pedro se convirtió en una figura temida y respetada por sus compañeros prisioneros.

Los motivos detrás de sus asesinatos en prisión son tan diversos como perturbadores:

  • Venganza por su reputación como asesino de criminales.
  • Miedo por su propia vida ante amenazas de otros internos.
  • Asesinatos triviales, como el caso de un compañero que “roncaba demasiado”.

Esta brutalidad continuó alimentando su fama y su imagen como un «psicópata» sin remordimientos, algo que fue confirmado por varios psiquiatras que estudiaron su caso.

El sistema legal y su impacto en su vida

A pesar de las atrocidades cometidas, el sistema legal brasileño tiene limitaciones significativas. Pedro fue condenado a 126 años de prisión, pero la ley brasileña prohíbe que una persona cumpla más de 30 años. Aunque fue sentenciado a más tiempo por los crímenes cometidos dentro de la prisión, eventualmente fue liberado después de 34 años, en 2007.

Su caso es un ejemplo claro de los dilemas que enfrenta el sistema penitenciario. A pesar de sus múltiples condenas, el marco legal le permitió salir, algo que ha generado un intenso debate en Brasil sobre la justicia y la rehabilitación de criminales.

Una vida después de la prisión

Después de su liberación, Pedro Rodrigues no desapareció del ojo público. En 2018, comenzó a documentar su vida y sus crímenes en un canal de YouTube que ha acumulado más de 130,000 suscriptores. Su contenido incluye análisis de crímenes notables y reflexiones sobre su vida. Este fenómeno atrajo tanto a admiradores como a detractores, lo que demuestra que su historia sigue capturando la atención del público.

Entre los temas que aborda en su canal se encuentran casos mediáticos, como:

  • El asesinato de un perro en un supermercado Carrefour.
  • El asesinato del futbolista Daniel.
  • El crimen de la estudiante Rayane Alves.

Esta actividad en las redes sociales ha generado controversia, ya que muchos consideran que glorifica su pasado criminal, mientras que otros lo ven como una forma de compartir su historia con el mundo.

Reflexiones sobre la psicopatía y el crimen

Pedro Rodrigues es un caso fascinante para los estudiosos de la criminología y la psicología. Su vida ha suscitado preguntas sobre la naturaleza del mal, el impacto de la violencia en la infancia y la psicopatía. Al ser descrito como un individuo sin empatía ni remordimientos, su historia invita a la reflexión sobre lo que realmente significa ser un asesino y cómo una vida de violencia puede dar forma a un individuo.

La historia de Pedro Rodrigues Filho es un recordatorio inquietante de la delgada línea entre la justicia y la venganza, y de cómo las experiencias de la infancia pueden moldear el destino de una persona. En un mundo donde la violencia y la justicia a menudo están entrelazadas, la vida de «Pedrinho Matador» sirve como un estudio de caso de los extremos de la naturaleza humana.