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Historias inquietantes de autoestopistas que te harán dudar

Hacer autoestop puede parecer una forma emocionante y aventurera de viajar, pero la realidad es que también puede ser extremadamente peligrosa. Las historias de encuentros terroríficos con autoestopistas son más comunes de lo que uno podría imaginar y nos invitan a reflexionar sobre lo que realmente implica ayudar a un extraño. Este artículo explora algunos de los relatos más inquietantes que han surgido de esta práctica, dejando claro que, antes de ofrecer un aventón, es mejor pensarlo dos veces.

El primo desaparecido mientras hacía autoestop

Una inquietante historia proviene de un usuario de Reddit, quien relata que el primo de su madre era un joven que solía hacer autoestop frecuentemente en New Brunswick durante los años 70. Un verano, simplemente desapareció. Tras una exhaustiva búsqueda, la policía solo pudo especular que había sido recogido por alguien, asesinado y su cuerpo desechado en el río St. John. Nunca se encontró su cadáver, y su madre nunca tuvo la oportunidad de encontrar cierre. Esta historia fue compartida por su madre para desincentivar el autoestop, y claramente tuvo el efecto deseado.

La advertencia de nunca recoger a un autoestopista

Otra historia, contada por un amigo de la familia, destaca la experiencia de Nicki, una mujer amable que decidió recoger a un autoestopista en los años 80. En el trayecto, conversaron agradablemente, y ella incluso le compró la cena en una parada. Sin embargo, una semana después, recibió una llamada inquietante de ese mismo autoestopista. Él le confesó que, al entrar a su coche, había planeado violarla y matarla, pero su amabilidad lo había disuadido. La advertencia final que le dio fue: «Nunca más recojas a otro autoestopista». Esta historia quedó grabada en la memoria de Nicki y, por ende, también en la de quien la escuchó.

El matrimonio amable y el cadáver en su auto

Un relato impactante proviene de un hombre que hizo autoestop y fue recogido por una pareja, quienes luego se revelaron como criminales. Después de llegar a casa, el hombre vio en las noticias que la pareja había asesinado a un hombre y que estaban conduciendo con su cadáver en el coche. La experiencia fue tan surrealista que le resultó difícil reconciliar la amabilidad de la pareja con sus crímenes atroces.

La mujer en la caja

Una historia aún más escalofriante es la de Colleen Stan, quien fue secuestrada en 1977. Mientras hacía autoestop, fue recogida por Cameron Hooker, quien la mantuvo cautiva durante siete años. A pesar de su experiencia previa como autoestopista, Stan decidió aceptar el viaje, confiando en la presencia de la esposa de Hooker y su bebé. Sin embargo, una vez en un lugar aislado, Hooker la amenazó con un cuchillo y la encerró en una «caja de cabeza», diseñada para privarla de luz y aire. Su historia de supervivencia es un recordatorio desgarrador de los peligros ocultos en el autoestop.

El hombre que recibió un disparo en la cabeza

En un relato perturbador, un hombre de un pequeño pueblo decidió recoger a un autoestopista. Sin embargo, a mitad de camino, el autoestopista le disparó en la cabeza sin razón aparente. Aunque sobrevivió, quedó con lesiones permanentes y daño cerebral severo. Esta historia resuena en la comunidad, recordando a todos que la amabilidad puede tener un costo inesperado.

El autoestopista era John Wayne Gacy

Un relato fascinante proviene de un profesor que, cuando era joven, recogió a un autoestopista que más tarde resultó ser John Wayne Gacy, un infame asesino en serie. Aunque el profesor describió al conductor como educado y cortés, la revelación de su identidad dejó una marca indeleble en su memoria. Este encuentro fortuito subraya cómo a menudo las apariencias pueden ser engañosas.

Un viaje incómodo y escalofriante

Una experiencia personal de un mochilero en Austria ilustra cómo un viaje aparentemente inocente puede volverse aterrador. Después de hacer autoestop y ser recogido por un camionero, el ambiente se tornó extraño cuando el conductor empezó a hacer insinuaciones inapropiadas. A medida que la situación se intensificaba, el mochilero se sintió cada vez más incómodo y decidió salir del camión en la primera oportunidad que tuvo, dejando atrás su calzado en el proceso. Su valentía y sentido de supervivencia fueron claves para escapar de una situación potencialmente peligrosa.

El hombre de aspecto extraño

Un joven viajó con su padre y decidieron recoger a un autoestopista que tenía un aspecto peculiar, con un hacha en la mano y una apariencia que recordaba a un «Hitler de cabello largo». Aunque fue educado, la extraña combinación de su comportamiento y apariencia hizo que se sintieran incómodos. Esta historia provoca la pregunta de qué tipo de pensamientos podrían pasar por la mente de un desconocido que parece fuera de lugar.

La experiencia con inmigrantes indocumentados

Un relato más sorprendente involucra a un conductor que decidió detenerse para ayudar a un grupo de personas que hacían autoestop. Sin embargo, pronto se dio cuenta de que había recogido a inmigrantes indocumentados. La situación se tornó tensa cuando un oficial de policía les preguntó sobre su estatus. Afortunadamente, el conductor decidió llevarlos a su destino en lugar de entregarlos a las autoridades, lo que provoca una reflexión sobre la responsabilidad y la empatía hacia los demás.

La vez que mi padre recogió a un asesino

Un relato aterrador proviene de un padre que, mientras viajaba por Arizona, recogió a un autoestopista que compartía su nombre. Sin embargo, después de llegar a su destino, se enteró de que había una orden de arresto por asesinato contra él. El padre quedó atónito ante la cercanía de la tragedia y lo peligroso que puede ser confiar en los desconocidos.

El encuentro con un hombre inquietante

Una joven decidió recoger a un autoestopista que parecía tener dificultades. Sin embargo, lo que comenzó como un acto de bondad pronto se tornó en una experiencia aterradora cuando el autoestopista comenzó a hacer comentarios inquietantes y a preguntar por detalles personales. Al final, tuvo que detener el coche abruptamente y pedirle que se retirara, dejando a la joven con una sensación general de alivio y miedo.

Mi padre casi fue arrestado por ayudar a un autoestopista

Un relato menos aterrador, pero igualmente inquietante, involucra a un padre que recogió a un hombre en medio del desierto. Aunque el viaje fue placentero, se enteró más tarde que el autoestopista había sido arrestado. Aunque no hubo consecuencias para el padre, la experiencia lo dejó reflexionando sobre las decisiones que tomamos al ayudar a los demás.

La amenaza a un guardabosques

En una historia fascinante, un joven hizo autoestop y fue recogido por un grupo de personas en un viaje por el noreste de Quebec. Pronto se dio cuenta de que estos pasajeros estaban planeando un acto violento contra un guardabosques por un malentendido relacionado con tarifas de camping. En un momento de valentía, decidió intervenir y alertar al guardabosques, lo que pudo haber salvado su vida y evitado una tragedia.

El disparo que cambió todo

Una de las historias más impactantes es la de un hombre que recogió a un autoestopista, pero la situación rápidamente se tornó violenta cuando el autoestopista sacó una escopeta y le disparó. Aunque sobrevivió, las consecuencias físicas y emocionales de este encuentro lo marcaron para siempre. Esta historia enfatiza la imprevisibilidad del autoestop y los riesgos que conlleva.