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Hace 40 años, Jimmy Fratianno traicionó a su familia del crimen

La historia de la mafia estadounidense está repleta de personajes intrigantes, pero pocos han dejado una huella tan profunda como Jimmy «el Tejón» Fratianno. Su traición a la familia criminal no solo alteró su destino, sino que también se convirtió en un hito significativo en la lucha del gobierno contra el crimen organizado. A continuación, exploraremos la vida y el legado de este infame informante, así como el contexto que lo llevó a convertirse en un testigo clave.

Los inicios de Jimmy Fratianno en el mundo del crimen

Jimmy Fratianno nació en 1913 en Nápoles, Italia, y emigró a los Estados Unidos cuando era solo un bebé. Su infancia transcurrió en el barrio italiano de Cleveland, donde su madre y él se reunieron con su padre. Desde una edad temprana, Fratianno se vio inmerso en un ambiente donde el crimen y la delincuencia eran comunes.

Con tan solo 14 años, Fratianno comenzó a trabajar en el mundo del juego bajo la guía de Johnny Martin. En un corto período, su habilidad y ambición lo llevaron a convertirse en socio igualitario de Martin en una operación de apuestas cerca de la planta de automóviles Fisher Body, marcando el inicio de su ascenso en la jerarquía criminal de Cleveland.

La verdadera transformación de Fratianno ocurrió cuando se mudó a Los Ángeles en 1946. Allí, se alió con figuras influyentes de la mafia, como Johnny Rosselli. En 1947, fue «hecho» miembro de la mafia en una ceremonia que solidificó su estatus en el mundo del crimen. Sus conexiones en Cleveland, especialmente con la Unión de Teamsters y con figuras como Moe Dalitz, le proporcionaron un acceso valioso a diversas operaciones criminales.

Conexiones en Las Vegas y el ascenso al poder

Las ambiciones de Fratianno lo llevaron a involucrarse en las operaciones de Las Vegas, donde conoció a Benny Binion y otros pesos pesados del crimen. Su participación en el asesinato de «Louie» Strauss en 1953 lo vinculó aún más con el lado oscuro de la ciudad del juego. Durante la década de 1960, su influencia en Los Ángeles lo convirtió en una figura clave en las redes criminales que operaban en Las Vegas.

Algunas de las conexiones más notables de Fratianno incluyeron:

  • Relaciones con el sindicato de Teamsters, que tenía intereses económicos en Las Vegas.
  • Un vínculo directo con el asesinato de personajes clave en la mafia, como el de Benjamin «Bugsy» Siegel.
  • Participación en operaciones de lavado de dinero que beneficiaban a jefes mafiosos de diversas ciudades.

En 1965, Fratianno intentó hacerse cargo del hotel Tally Ho, que se transformaría más tarde en el Aladdin, pero su sueño de convertirse en magnate de los casinos se desvaneció debido a problemas de financiamiento y licencias que enfrentó su socio, Eddie Nealis.

El cambio de rumbo: de mafioso a informante

Después de cumplir una condena en la prisión de Chino en 1973, la vida de Fratianno tomó un giro inesperado. Comenzó a cooperar con el FBI, inicialmente proporcionando información que consideraba inofensiva. Sin embargo, a medida que las rivalidades dentro de la mafia se intensificaron, decidió dar un paso decisivo en diciembre de 1977: romper con su familia mafiosa y convertirse en un testigo protegido del gobierno.

Sus revelaciones fueron explosivas. Fratianno ofreció detalles sobre operaciones de alto nivel, incluida la venta del Desert Inn a Howard Hughes y la participación de la mafia en la fallida operación de la CIA para asesinar a Fidel Castro, conocida como Operación Mongoose. Este tipo de información fue vital para el gobierno en su lucha contra el crimen organizado durante una época en la que el fiscal general Bobby Kennedy intensificaba los esfuerzos para desmantelar a la mafia.

Publicaciones y vida tras las rejas

Con su nueva identidad como informante, Fratianno aprovechó su fama, colaborando en la redacción de dos libros, The Last Mafioso y Vengeance Is Mine. Aunque afirmaba no haber leído ninguno de ellos, su presencia en talk shows y medios de comunicación le permitió mantenerse en el ojo público, siempre consciente de una supuesta recompensa de $100,000 por su vida.

Su vida después de la mafia contrastó con la de muchas de sus víctimas, quienes murieron violentamente. Fratianno, en cambio, alcanzó la vejez, falleciendo a los 80 años debido a complicaciones relacionadas con la enfermedad de Alzheimer, un desenlace que muchos de sus contemporáneos no tuvieron.

Legado y reflexión sobre la vida de un informante

La historia de Jimmy Fratianno es un recordatorio del intrincado entramado de lealtades y traiciones en el mundo del crimen organizado. Su decisión de traicionar a la mafia no solo alteró su vida, sino que también proporcionó al gobierno los conocimientos necesarios para desmantelar redes criminales bien establecidas. En un ambiente donde la lealtad era primordial, Fratianno eligió sobrevivir, poniendo en evidencia la fragilidad de los códigos mafiosos.

Su vida plantea preguntas sobre la moralidad y la ética en el contexto del crimen. ¿Es justificable traicionar a quienes alguna vez fueron considerados familia por la propia supervivencia? Fratianno, a través de su voz y sus acciones, dejó una marca indeleble en la historia del crimen organizado en Estados Unidos, transformándose de un simple mafioso a un testigo que cambió las reglas del juego.

David G. Schwartz, autor de varios libros sobre la historia del juego en Las Vegas, es director del Centro de Investigación de Juegos y enseña historia en la Universidad de Nevada, Las Vegas.