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24 asesinos seriales notorios y sus últimas palabras famosas

La fascinación humana por la mente criminal ha llevado a un interés particular en las últimas palabras de los asesinos en serie. Estas frases finales pueden ofrecer una ventana a sus pensamientos y emociones en sus últimos momentos, revelando si sentían remordimiento, ira o incluso desdén hacia sus acciones. A continuación, exploraremos las memorables últimas palabras de algunos de los más notorios asesinos en serie de la historia.

Últimas palabras de asesinos en serie famosos

James French

“¡Hey, chicos! ¿Qué tal este titular para el periódico de mañana? ‘French Fries’.” (10 de agosto de 1966)

James French fue un criminal estadounidense, conocido por ser el último ejecutado bajo las leyes de la pena de muerte de Oklahoma, además de ser el único prisionero ejecutado ese año. Su historia comenzó en 1958, cuando fue condenado por asesinar a un automovilista que lo recogió mientras hacía autostop.

French había solicitado la pena de muerte, pero recibió una sentencia de cadena perpetua. Tras un intento fallido de obtener un nuevo juicio, asesinó a un compañero de prisión, lo que finalmente le llevó a ser condenado a muerte y a expresar su deseo de morir en la silla eléctrica.

Peter Kürten

“Dime, después de que me corten la cabeza, ¿podré escuchar al menos por un momento el sonido de mi propia sangre brotando del muñón de mi cuello? Eso sería un placer que finalizaría todos los placeres.” (2 de julio de 1931)

Apodado “El vampiro de Düsseldorf”, Peter Kürten fue un asesino en serie alemán que aterrorizó la ciudad con sus horrendos crímenes durante 1929. Su brutalidad y la naturaleza sádica de sus actos han dejado una huella imborrable en la historia criminal de Alemania.

Carl Panzram

“Apúrense, bastardos de Hoosier. Podría matar a 10 hombres mientras ustedes juegan.” (5 de septiembre de 1930)

Carl Panzram es recordado como uno de los criminales más infames de Estados Unidos. Este asesino, violador y ladrón se jactó de haber asesinado a 22 hombres y de haber cometido más de 1000 actos de sodomía. Su vida fue una crónica de violencia y criminalidad que terminó con su ejecución en 1930.

John Wayne Gacy

“Bésame el trasero.” (10 de mayo de 1994)

Conocido como “el payaso asesino”, John Wayne Gacy fue un perpetrador de crímenes que sorprendió a Estados Unidos al ser condenado por el asesinato de al menos 33 jóvenes. Su doble vida como un respetado miembro de la comunidad y un asesino en serie lo convierte en una figura inquietante en la criminología moderna.

Jeffrey Dahmer

“No me importa si vivo o muero. Adelante, mátame.” (28 de noviembre de 1994)

Jeffrey Dahmer, el “Caníbal de Milwaukee”, es uno de los asesinos más infames de la historia, conocido por sus crímenes horrendos que involucraban el canibalismo y la necrofilia. Su vida llegó a su fin cuando fue asesinado por un compañero de prisión, dejando un legado aterrador.

H.H. Holmes

“Tómate tu tiempo. No lo estropees.” (7 de mayo de 1896)

Henry Howard Holmes, conocido como H.H. Holmes, es considerado uno de los primeros asesinos en serie en Estados Unidos. Se le atribuyen al menos 27 asesinatos, aunque muchos de sus crímenes nunca fueron confirmados. Su famoso “Castillo de los horrores” en Chicago es un testimonio de su brutalidad.

Albert Fish

“No sé ni siquiera por qué estoy aquí.” (16 de enero de 1936)

Hamilton Howard «Albert» Fish fue un asesino y caníbal estadounidense que aterrorizó a la población durante la primera mitad del siglo XX. Su vida y crímenes horribles lo convirtieron en una figura de inquietud en la criminología, y se le atribuyen al menos 100 asesinatos.

Ted Bundy

“Me gustaría que le dieran mi amor a mi familia y amigos.” (24 de enero de 1989)

Ted Bundy es quizás el asesino en serie más conocido de la historia de Estados Unidos. Durante las décadas de 1970 y 1980, secuestró y asesinó a numerosas mujeres. Su carisma y astucia lo hicieron aún más peligroso, y su ejecución marcó el fin de una era de terror.

Marcel Petiot

“Caballeros, tengo un último consejo: Miren hacia otro lado. Esto no será bonito de ver.” (25 de mayo de 1946)

Marcel Petiot, conocido por los horrendos crímenes cometidos durante la Segunda Guerra Mundial, se convirtió en un símbolo de la brutalidad humana. Se le atribuyen múltiples asesinatos, y su ejecución dejó una marca en la historia de la criminalidad en Francia.

Steven Timothy Judy

“No guardo rencores. Esto es lo que hice. Lo siento, ocurrió.” (9 de marzo de 1981)

Steven Judy fue condenado por el asesinato de una madre y sus tres hijos. Su ejecución marcó un punto de inflexión en la pena de muerte en Estados Unidos, siendo el primer condenado ejecutado en Indiana en más de 20 años.

William Bonin

“Sugiero que cuando una persona tenga una idea de hacer algo serio contra la ley, debería ir a un lugar tranquilo y pensarlo bien antes de hacerlo.” (23 de febrero de 1996)

Conocido como el “Asesino de la Autopista”, William Bonin fue un asesino en serie que aterrorizó a California en los años 70. Su vida llena de crímenes culminó en una larga condena a muerte que terminó en 1996.

Ángel Maturino Reséndiz

“Quiero preguntar si está en su corazón perdonarme. No tienen que hacerlo. Sé que permití que el Diablo gobernara mi vida.” (27 de junio de 2006)

Reséndiz, conocido como el “Asesino del Ferrocarril”, fue un itinerante asesino que se cree que cometió al menos 23 asesinatos a lo largo de su vida. Su ejecución puso fin a una serie de crímenes que dejaron una marca indeleble en la sociedad.

Fritz Haarmann

“Me arrepiento, pero no temo a la muerte.” (15 de abril de 1925)

El “Carnicero de Hannover”, Fritz Haarmann, es recordado por su brutalidad y la naturaleza escalofriante de sus crímenes, que incluyen el asesinato de al menos 24 jóvenes. Su ejecución fue un evento que marcó la historia criminal de Alemania.

Ned Kelly

“Así es la vida”, “Ah, bueno, supongo que ha llegado a esto.” (11 de noviembre de 1880)

Ned Kelly se convirtió en un legendario fuera de la ley australiano, famoso por su resistencia a la autoridad y su emblemático traje de armadura. Su historia ha sido objeto de numerosas reinterpretaciones en la cultura popular.

Donald Henry Gaskins, Pee Wee Gaskins

“Dejaré que mis abogados hablen por mí. Estoy listo para irme.” (6 de septiembre de 1991)

Gaskins fue un asesino en serie que se ganó el apodo de “el hombre más malo de América”. Su historia de brutalidad y violación ha dejado una impresión duradera en la historia criminal estadounidense.

Israel Keyes

“Está bien, la charla se ha acabado, las palabras son plácidas y débiles. Respáldalo con acción o todo esto parece barato.” (2 de diciembre de 2012)

Keyes se quitó la vida, y sus últimas palabras son de su nota final.

Israel Keyes fue un asesino en serie estadounidense que llevó a cabo una serie de crímenes horrendos a lo largo de su vida. Su suicidio mientras estaba bajo custodia dejó una serie de preguntas sobre su legado criminal.

Aileen Wuornos

“Me gustaría decir que estoy navegando con la roca, y volveré como el Día de la Independencia, con Jesús, el 6 de junio. Como la película, gran nave madre y todo. Volveré.” (9 de octubre de 2002)

Aileen Wuornos, una de las pocas mujeres en la lista de asesinos en serie más notorios, fue responsable de la muerte de siete hombres. Sus últimas palabras reflejan su inusual mezcla de locura y espiritualidad, lo que ha cautivado la atención pública.

Earle Nelson

“Soy inocente. Estoy inocente ante Dios y ante el hombre.” (13 de enero de 1928)

Earle Nelson, conocido como el “Hombre Gorila”, fue uno de los primeros asesinos seriales en Estados Unidos. Su historia ha sido objeto de estudio en la criminología, no solo por sus crímenes, sino también por su defensa de la inocencia.

James Allen Red Dog

“Voy a casa, cariño.” (9 de octubre de 2002)

James Allen Red Dog fue un indígena Sioux y Assiniboine que solicitó su propia ejecución tras ser condenado por asesinato. Su historia resalta la complejidad de la identidad y la justicia en el contexto de las comunidades nativas americanas.

Tom Ketchum

“Adiós. Por favor, caven mi tumba muy profunda. Está bien, apúrense. Estaré en el infierno antes de que ustedes empiecen el desayuno, chicos. Déjenlo ir.” (26 de abril de 1901)

Tom Ketchum, conocido como Blackjack, fue un forajido que fue ejecutado por un intento de robo a un tren. Su vida y su muerte reflejan la lucha entre la ley y el crimen en la América del Viejo Oeste.

Amelia Dyer

“No tengo nada que decir.” (10 de junio de 1896)

Amelia Dyer es considerada una de las asesinas en serie más prolíficas de la historia, responsable de la muerte de cientos de bebés en la Inglaterra victoriana. Su historia resalta la angustia social y la falta de protección para los más vulnerables en esa época.

Francis Crowley

“Ustedes, hijos de perra. Den amor a Madre.” (21 de enero de 1932)

Francis Crowley, un notorio criminal estadounidense, se volvió famoso después de un tiroteo con la policía que atrajo la atención nacional. Su vida como gánster y sus crímenes reflejan la cultura del crimen organizado en Estados Unidos durante el siglo XX.

Thomas J. Grasso

“No recibí mis Spaghetti O’s. Recibí espagueti. Quiero que la prensa sepa esto.” (20 de marzo de 1995)

Thomas Grasso, conocido por su humor negro incluso en los momentos finales, fue un asesino que se destacó por el uso de un poema como despedida antes de su ejecución. Su historia es un recordatorio de la complejidad de la psicología criminal y la naturaleza humana.