La historia de Frank Sinatra Jr. es mucho más que la de un legado musical; también está marcada por un evento impactante que dejó una huella imborrable en su vida. El secuestro que sufrió a la temprana edad de 19 años no solo conmocionó a su familia y amigos, sino que también puso en evidencia los oscuros lazos que existían entre la fama, el crimen y el poder en la América de los años 60.
El secuestro de Frank Sinatra Jr.: un plan arriesgado
El 8 de diciembre de 1963, dos jóvenes de Los Ángeles, Barry Keenan y Joe Amsler, decidieron que la mejor manera de alcanzar la fama y una buena fortuna era a través del secuestro de Frank Sinatra Jr., el hijo de una de las figuras más influyentes de la música del momento. Con solo 19 años, Sinatra Jr. comenzaba a forjar su propio camino en la música, presentándose en el Harrah’s Club Lodge en Lake Tahoe.
Los secuestradores, armados y desesperados, idearon un plan que implicaba engañar al joven cantante. Keenan, entonces de 23 años y adicto a los analgésicos, se presentó en el camerino de Sinatra bajo la apariencia de un mensajero. Cuando Sinatra abrió la puerta, los hombres entraron, ataron a un amigo de Sinatra, y lo llevaron a un lugar desconocido, logrando sortear los controles policiales.
El rescate: una respuesta rápida y calculada
La alarma del secuestro se disparó casi de inmediato. La familia Sinatra, apoyada por el FBI, se movilizó rápidamente. Los investigadores aconsejaron a Frank Sinatra Sr. que esperara una demanda de rescate y que pagara lo solicitado, permitiendo así que el FBI pudiera rastrear el dinero y atrapar a los responsables.
La situación se complicó debido a los conocidos vínculos de Frank Sinatra Sr. con figuras del crimen organizado y la política, especialmente en un contexto donde el presidente John F. Kennedy había sido asesinado un mes antes. Esto le otorgó recursos casi ilimitados para manejar la situación.
El pedido de rescate y sus implicaciones
Un tercer conspirador, John Irwin, contactó a la familia Sinatra el 10 de diciembre, demandando un rescate de $240,000. No obstante, Sinatra Sr. ofreció una suma mucho mayor: $1 millón. Keenan se mantuvo firme en su demanda inicial, lo que evidenció la desconfianza entre los secuestradores y la familia.
- El FBI registró los números de serie del dinero entregado.
- El rescate fue entregado en una gasolinera de Sepulveda, California, el 11 de diciembre.
- Keenan y Amsler recogieron el dinero mientras que Irwin liberó a Sinatra Jr.
El desenlace del secuestro y sus consecuencias legales
A pesar de la liberación de Sinatra Jr., los secuestradores cometieron un error crucial: Irwin se jactó del secuestro a su hermano, quien, alarmado, contactó al FBI. Como resultado, Keenan fue arrestado el 13 de diciembre y Amsler al día siguiente, recuperándose alrededor de $168,000 del rescate.
Un giro inesperado en la historia involucró al cantante Dean Torrence, amigo de Keenan, quien se vio arrastrado a la trama. Durante el juicio, reveló que había prestado dinero a Keenan para financiar el secuestro, lo que llevó a la confusión y complicaciones legales adicionales.
Las repercusiones en la vida de Frank Sinatra Jr.
El juicio resultó en condenas severas para los secuestradores. Aunque inicialmente fueron sentenciados a cadena perpetua más 75 años, lograron reducir sus penas a través de apelaciones. Amsler e Irwin pasaron solo tres años y medio en prisión, mientras que Keenan cumplió un año más. Esta situación dejó a Sinatra Jr. con una sombra permanente sobre su carrera, ya que los secuestradores argumentaron que él había orquestado el secuestro para impulsar su imagen pública.
A pesar de los traumas, Sinatra Jr. continuó su carrera musical, interpretando clásicos de la era de las Big Bands. Por su parte, Keenan se reinventó como un exitoso desarrollador inmobiliario en Texas, mientras que Amsler y Irwin desaparecieron de la vida pública tras cumplir sus penas.
La muerte de Frank Sinatra Jr.: un legado musical
Frank Sinatra Jr. falleció el 16 de marzo de 2016, a los 72 años, debido a un paro cardíaco mientras se encontraba de gira. Su muerte marcó el final de una era, dejando un legado musical que resonará con las generaciones venideras. Su vida estuvo marcada por contrastes: el brillo del escenario y el oscuro trasfondo de un secuestro que lo persiguió por años.
Sin embargo, a pesar de las adversidades, Sinatra Jr. fue capaz de mantener viva la música de su padre, llevando a cabo un trabajo significativo en la preservación de un legado que sigue siendo relevante en el mundo de la música actual.
Nota del editor: La vida de Frank Sinatra Jr., aunque marcada por el trauma, es también un testimonio de resiliencia y dedicación a la música.