Hace setenta años, en abril y mayo de 1955, Las Vegas experimentó una explosión de crecimiento sin precedentes al inaugurar cuatro nuevos hotel-casinos en un lapso de seis semanas. Este auge inicial, aunque efímero, sentó las bases de lo que se convertiría en un emblema de la cultura y la economía estadounidense. Las propiedades que abrieron sus puertas en esa primavera no solo representaron un cambio en el horizonte del desierto, sino que también fueron un reflejo de los desafíos y contradicciones que Las Vegas enfrentaría en las décadas siguientes.
En junio de 1955, la revista Life planteó dudas sobre la viabilidad de este crecimiento vertiginoso con un artículo titulado “Las Vegas: ¿El auge está sobreextendido?”. La portada presentaba a bailarines del Moulin Rouge, el primer hotel-casino con integración racial en Las Vegas. Este momento marcó el inicio de un constante cuestionamiento por parte de los medios nacionales sobre la sostenibilidad del desarrollo en esta ciudad desértica.
El éxito o fracaso de estos nuevos establecimientos estuvo vinculado a temáticas recurrentes en la historia de Las Vegas: la financiación por parte de la mafia, el entretenimiento de grandes nombres, la tensión racial y el potencial de crecimiento en un entorno árido. Aunque ninguno de estos hoteles sigue en pie hoy en día, su legado continúa resonando en la ciudad.
Las propiedades que cambiaron el paisaje de Las Vegas
Las cuatro propiedades que se abrieron en 1955 fueron un símbolo de la ambición de la ciudad y de las fuerzas sociales y económicas que las sustentaban. Estas son:
- The Royal Nevada
- The Riviera
- The Dunes
- The Moulin Rouge
La Royal Nevada: Un comienzo titubeante
La Royal Nevada comenzó la serie de inauguraciones el 19 de abril de 1955, diseñada por el arquitecto Paul Revere Williams, un pionero en su campo y el primer afroamericano admitido en el American Institute of Architects. Williams fue contratado por Frank Fishman, un operador hotelero con experiencia en otras ciudades, para crear un resort que se levantaría donde hoy se encuentra Resorts World.
A pesar del renombre de Williams, el camino hacia la apertura estuvo plagado de problemas. En febrero de 1955, la Comisión de Impuestos del Estado de Nevada calificó a Fishman como «indeseable» para poseer una licencia de juego. Este revés llevó a que otros inversionistas adquirieran el proyecto y la Royal Nevada fuera aprobada sin él.
La Royal Nevada se promovió como “El lugar de exhibición de Showtown, EE.UU.”, pero no logró reunir a los grandes nombres que sus competidores atrajeron. A pesar de contar con artistas reconocidos como la cantante de ópera Helen Traubel, no pudo competir con actos como el de Frank Sinatra o Sammy Davis Jr. En diciembre de 1955, el hotel cerró sus puertas debido a deudas crecientes, y a pesar de un intento de reabrir en 1956, fue finalmente cerrado por el IRS en 1958.
The Riviera: El gigante del Strip
Inaugurada el 20 de abril de 1955, la Riviera se convirtió en el primer hotel de gran altura en el Strip, destacándose no solo por su diseño, sino también por el famoso pianista Liberace, quien fue el principal atractivo de su apertura. Liberace, que ya había ganado popularidad gracias a su programa de televisión, se presentó en la Riviera con un contrato de $50,000 a la semana.
A pesar de su éxito inicial, la Riviera enfrentó dificultades financieras. Originalmente conocida como Casa Blanca, el desarrollo se vio afectado por la conexión de algunos de sus inversionistas con el crimen organizado, lo que complicó la obtención de licencias. A pesar de estos desafíos, la Riviera logró mantenerse a flote gracias a la intervención de figuras clave de la mafia.
El hotel se convirtió en un símbolo del poder y la influencia de la mafia en Las Vegas. La Riviera no solo fue un destino popular, sino también un lugar donde se manifestaron las tensiones entre el desarrollo legítimo y las actividades ilícitas. Aunque sobrevivió a estos problemas, su éxito estuvo manchado por escándalos de evasión fiscal que continuaron durante décadas.
El Dunes: Un viaje por el desierto
El Dunes Hotel, inaugurado el 23 de mayo de 1955, se destacó por su temática del desierto árabe y su ubicación estratégica en el cruce de Flamingo Road y Las Vegas Boulevard. A pesar de contar con inversiones de figuras relacionadas con el crimen organizado, el Dunes no tuvo un inicio exitoso y, tras una serie de cambios de propiedad, fue finalmente adquirido por el magnate del juego Major Riddle.
Bajo la dirección de Riddle, el Dunes se transformó en un lugar de entretenimiento icónico, al introducir espectáculos de revistas que cambiaron la cara del entretenimiento en Las Vegas. Sin embargo, a pesar de su éxito en la década de 1950 y 1960, el Dunes no pudo mantenerse relevante en las siguientes décadas, lo que llevó a su eventual cierre y demolición en los años 90.
Moulin Rouge: Un símbolo de integración
El Moulin Rouge, inaugurado el 24 de mayo de 1955, se construyó fuera del Strip en un vecindario predominantemente negro. Como el primer hotel-casino racialmente integrado de Las Vegas, su apertura fue un hito en la historia social de la ciudad. Atraía a una multitud diversa, incluidos muchos artistas negros que no podían acceder a los resorts del Strip.
A pesar de su éxito inicial, el Moulin Rouge cerró en octubre de 1955. Sin embargo, su legado perdura, especialmente por su papel en el movimiento de derechos civiles. En 1960, el café asociado al hotel fue el sitio de un acuerdo histórico para integrar todos los casinos de la ciudad.
Las consecuencias del auge de 1955
El rápido crecimiento de Las Vegas en 1955 planteó interrogantes sobre la sostenibilidad de tal expansión. Los desarrolladores continuaron invirtiendo en la ciudad, con nuevos hoteles que aparecieron a lo largo de los años, pero el legado de aquellos primeros cuatro casinos sigue presente.
En 1950, Las Vegas recibió alrededor de un millón de visitantes anuales; para 1960, ese número se había multiplicado por diez. En 2024, Las Vegas espera recibir más de 40 millones de turistas. Este crecimiento desmedido llevó a reflexionar sobre la posibilidad de que, en efecto, hubiera demasiado de algo bueno.
La historia de estos cuatro hoteles-casinos es un recordatorio no solo de la evolución de Las Vegas, sino de las complejidades que acompañaron su ascenso como un destino turístico mundial. La intersección de la ambición, la mafia y la lucha por la igualdad racial dejó una huella imborrable en la identidad de la ciudad que todavía resuena en la actualidad.