out 0 309

Harry Reid luchó contra la mafia en Nevada antes de Washington

La historia de Harry Reid, un personaje icónico de la política estadounidense, está marcada por una intensa carrera que abarcó desde su lucha contra la mafia en Nevada hasta su ascenso como líder en el Senado de los Estados Unidos. Reid no solo dejó su huella en la política, sino que también se enfrentó a amenazas y desafíos que pocos podrían imaginar. Su legado es una mezcla de valentía, dedicación y un enfoque inquebrantable hacia el servicio público.

Los inicios de Harry Reid en la política

Harry Reid comenzó su carrera política de manera modesta. En 1974, se postuló para el Senado de los Estados Unidos como demócrata, enfrentándose a Paul Laxalt, un exgobernador republicano, en una elección clave para el futuro político de Nevada. A pesar de que las circunstancias parecían favorables tras el escándalo de Watergate que había dañado la reputación del partido republicano, Reid perdió por un estrecho margen de 600 votos. Esta derrota fue un duro golpe para él, quien se sintió devastado y descartado en su juventud.

A pesar de la desilusión, Reid no se rindió. En 1975, intentó postularse como alcalde de Las Vegas, pero nuevamente fracasó. En su autobiografía, The Good Fight: Hard Lessons from Searchlight to Washington, Reid reflexiona sobre esos momentos difíciles, describiendo cómo se sentía como un «has-been» a los 35 años. Sin embargo, su amigo y mentor, el gobernador Mike O’Callaghan, le proporcionó una segunda oportunidad al nombrarlo presidente de la Comisión de Juego de Nevada en 1977.

Un nuevo desafío: la Comisión de Juego de Nevada

Asumir la presidencia de la Comisión de Juego fue un paso monumental para Reid, aunque él mismo reconoció que no tenía experiencia en el mundo del juego. “No apuesto, nunca lo he hecho”, afirmó. Sin embargo, este puesto lo colocó en el centro de una de las épocas más tumultuosas en la historia del juego en Nevada, una época marcada por la presencia y el poder de la mafia en los casinos.

Pronto, Reid se encontró en una posición complicada cuando fue objeto de un intento de soborno. Los hombres involucrados, Jack Gordon, Sol Sayegh y Joe Daly, fueron atrapados en una operación encubierta del FBI, donde se grabó la entrega de $12,000 en efectivo. Este incidente no solo resaltó la corrupción en la industria del juego, sino que también posicionó a Reid como un adversario decidido contra la mafia, contribuyendo a su reputación como un hombre de integridad.

La lucha contra la mafia y los peligros personales

Reid no solo enfrentó la corrupción; su vida y la de su familia estuvieron en peligro. Durante su tiempo en la Comisión de Juego, recibió múltiples amenazas de muerte. Uno de los episodios más escalofriantes ocurrió cuando su esposa, Landra, descubrió un dispositivo explosivo en su automóvil. Al inspeccionar el vehículo, encontró un cable conectado a la bujía que se extendía hasta el tanque de gasolina. La situación fue tan grave que el escuadrón antibombas tuvo que intervenir, lo que dejó una huella imborrable en la psique de Reid y su familia.

  • Reid y su familia comenzaron a usar dispositivos de control remoto para encender sus autos.
  • Una patrulla policial se mantuvo en su casa cada noche por seguridad.
  • Reid adquirió un arma por primera vez en su vida, marcando un cambio drástico en su percepción de la seguridad personal.

La presión y el miedo que experimentó durante estos años sentaron las bases de su carácter y contribuyeron a su desarrollo como un político firme y decidido, que estaba dispuesto a enfrentar a quienes amenazaban la justicia y la integridad en su estado.

El legado político de Reid en Washington

Después de su desafiante experiencia en la Comisión de Juego, Reid se trasladó a Washington D.C., donde continuó su carrera política. Con el tiempo, se convirtió en el líder de la mayoría del Senado, un papel que le permitió influir en políticas clave a nivel nacional. Su ascenso fue emblemático para un hombre que comenzó su carrera política en un pequeño estado con grandes desafíos.

Durante su tiempo en el Senado, Reid se destacó no solo por su habilidad para negociar y construir consensos, sino también por su dedicación a su familia y su estado. A menudo se le recuerda como un hombre que, a pesar de su prominencia, nunca perdió el contacto con sus raíces. Sus colegas lo describen como un político que escuchaba y valoraba diferentes puntos de vista, lo que le permitió ser un líder eficaz en tiempos de intensa polarización política.

Reflexiones sobre su vida y su legado

El impacto de Reid en la política de Nevada y de los Estados Unidos es indiscutible. Su valentía al enfrentar la corrupción y la violencia que rodeaba el juego en su estado es un testimonio de su carácter. Su legado es recordado por muchos, incluidos aquellos que trabajaron a su lado durante su tiempo en la Comisión de Juego y en el Senado.

Jeff Silver, quien trabajó con Reid en la Comisión de Juego, lo describió como un hombre excepcionalmente inteligente que siempre estaba dispuesto a escuchar. Su dedicación a las causas que le importaban, así como su amor por la familia, fueron aspectos centrales de su vida. Silver comenta: “Era un hombre que, a pesar de su apretada agenda, siempre se tomaba el tiempo para saludar a los nevadenses en el Capitolio”.

El último adiós a un líder icónico

Harry Reid falleció el 28 de diciembre de 2021 en su hogar en Henderson, Nevada. Su muerte marcó el fin de una era, pero su legado perdurará. Deja atrás a su esposa, Landra, así como a sus cinco hijos y numerosos nietos. Su vida es un recordatorio del poder de la resiliencia y del impacto que un solo individuo puede tener en la política y en la comunidad.