out 0 329

Hanley tuvo una racha ganadora en los tribunales penales

El mundo del crimen y la justicia es un laberinto complejo donde los límites entre el bien y el mal a menudo se difuminan. En este contexto, la historia de Tom Hanley, un personaje notorio en la escena criminal de Las Vegas, destaca como un ejemplo paradigmático de cómo un individuo puede navegar entre la ley y la ilegalidad, utilizando su astucia y conexiones para evadir la justicia. A continuación, exploraremos su trayectoria, los eventos que lo marcaron y el impacto de sus acciones en la sociedad.

La trayectoria de Tom Hanley en el crimen

Tom Hanley, conocido por su habilidad para salir airoso de situaciones peligrosas, se convirtió en un referente dentro del submundo criminal de Las Vegas. Su carrera estuvo marcada por una serie de eventos que lo llevaron a ser un personaje clave en el crimen organizado durante varias décadas.

En marzo de 1970, un giro inesperado en su carrera ocurrió cuando los fiscales del condado solicitaron la desestimación de los cargos en su contra relacionados con el asesinato de Ralph Alsup. La razón principal fue la falta de pruebas suficientes, ya que dos testigos clave habían fallecido y los otros no eran considerados creíbles. Este acontecimiento dejó a Alsup como un caso sin resolver, una sombra que seguía a Hanley.

Los siguientes pasos de Hanley

Tras este triunfo legal, Hanley continuó su racha de éxitos en los tribunales. Tres semanas después, un juez desestimó los cargos de difamación criminal y extorsión interpuestos por el Nevada Club, lo que le permitió concentrarse en otros asuntos. Sin embargo, su carrera criminal no se detuvo aquí. En mayo de 1970, un incidente en el que un ciudadano le dio un puñetazo en la boca pasó desapercibido por las autoridades, y en junio logró cambiar el lugar del juicio de extorsión a California.

Mientras tanto, el criminal LeRoy Marsh, quien había estado vinculado a otros delitos, aceptó someterse a un detector de mentiras y se declaró culpable de un robo armado. Este acuerdo resultó en la desestimación de cargos por asesinato relacionados con el caso de Bass, otro caso que quedó sin resolver.

Las confesiones de Hanley

Wendy Mazaros, en su libro sobre Hanley, reveló que él mismo confesó haber asesinado a Alsup y a Shumate, lo que plantea preguntas sobre su ego y su percepción de invulnerabilidad ante la ley. Hanley, según sus propias palabras, se sentía «intelectualmente dominante» sobre aquellos que intentaron atraparlo, destacando un desprecio casi patológico hacia las autoridades.

Las demandas de Hanley

Posteriormante, Hanley se dedicó a presentar una serie de demandas contra sus críticos. En octubre de 1970, solicitó $300,000 por difamación contra el propietario del Nevada Club y un periódico que había publicado una serie de artículos negativos sobre él. Sus demandas continuaron en 1971 y 1972, acumulando cifras que sumaban millones. Este patrón de comportamiento indica no solo su deseo de venganza, sino también su incapacidad para aceptar la crítica y la derrota.

El atentado a William Coulthard

El 25 de julio de 1972, un hecho trágico marcó la historia criminal de Las Vegas: el asesinato por bomba del abogado William Coulthard, un ex agente del FBI. Este ataque, realizado en el estacionamiento del Bank of Nevada, dejó un saldo devastador y fue posterior a la negativa de Coulthard de vender terreno a Benny Binion, un prominente personaje en el mundo del juego. Aunque se ofreció una recompensa por información, el autor del crimen nunca fue atrapado.

Wendy Mazaros también mencionó que presenció a Gramby Hanley aceptar la responsabilidad del atentado, lo que añade un matiz intrigante a la historia y conecta a Tom Hanley con este acto violento. En ese contexto, Hanley se planteó la posibilidad de iniciar un nuevo sindicato de trabajadores metalúrgicos, pero esta idea nunca se concretó.

Las acciones de Gramby Hanley

Gramby Hanley, el hijo de Tom, también se vio involucrado en actividades ilegales, incluyendo el uso de bombas para intimidar a propietarios de restaurantes que se negaban a negociar con el sindicato de la industria culinaria. Entre 1975 y 1977, se llevaron a cabo varios atentados con bombas contra establecimientos que no aceptaban las demandas del sindicato, lo que generó un clima de miedo en la comunidad.

Las bombas fueron colocadas en lugares estratégicos, pero muchas de ellas fallaron en su objetivo de causar daño significativo. Sin embargo, el impacto psicológico en los dueños de los negocios fue considerable, ya que se enfrentaban a una organización dispuesta a utilizar la violencia para lograr sus fines.

La desaparición de Bramlet

La historia de Tom Hanley da un giro oscuro con la desaparición de Bramlet, un líder sindical que había chocado con los Hanley. En febrero de 1977, Bramlet desapareció tras hacer una llamada que lo conectaba con Hanley. Los relatos sugieren que fue secuestrado por Tom y Gramby debido a una disputa relacionada con un pago por un trabajo de extorsión que no salió como se esperaba.

Según testigos, la situación escaló rápidamente, y Tom, bajo la influencia del alcohol, disparó contra Bramlet, lo que resultó en su muerte. Gramby, al parecer, intentó distanciarse del crimen tras el hecho, y los cuerpos de ambos hombres se encontraron semanas después en un área remota.

El legado de Tom Hanley

La historia de Tom Hanley es un microcosmos de la lucha entre la ley y el crimen, una narrativa que muestra cómo el poder y la corrupción pueden entrelazarse en un entorno donde el dinero y la influencia prevalecen. Su habilidad para eludir la justicia, al menos temporalmente, y su disposición a usar la violencia para lograr sus fines, representan una era oscura en la historia de Las Vegas.

La saga de Hanley y su familia refleja no solo las dinámicas del crimen organizado, sino también las interacciones entre los sindicatos y el crimen, que a menudo se entrelazaron en una danza mortal. A medida que la ciudad de Las Vegas continúa evolucionando, las historias de personajes como Hanley siguen siendo un recordatorio de las sombras que pueden acechar detrás del brillo de los neones.